Hacer. Osar. Callar

Palabras poderosas…Pero que significan realmente? Muchas veces las repetimos sin saber que tan profundo pueden calar  o cuánta energía se pone en movimiento cada vez que las decimos.

Hacer, osar y callar son acciones, son verbos. El verbo es la palabra hablada y la palabra hablada decreta, por consiguiente cuando decretamos, ponemos en movimiento nuestras energías internas.

A lo largo de nuestra vida, adquirimos mucho conocimiento, que guardamos en nuestro interior. Pero dicho saber no significa nada si no lo ponemos en acción, si no lo aplicamos en nuestra vida.

Hacer, es poner en práctica todo lo adquirido a lo largo de nuestros años, es comenzar a mover nuestras estructuras. Esto implica cambios y los cambios nos llevan a salir de nuestra zona tranquila, muchas veces atestada de colores grises sin vida.

Osar significa arriesgarse, animarse a vivir más allá de lo que pudiéramos imaginar. Muchas veces nos quedamos esperando que algo suceda y sin darnos cuenta se nos pasa la vida. Ser osado implica salir de los límites pre-establecidos para adentrarnos en un mundo lleno de colores muchas veces inimaginable. Ser osado quiere decir darle vida a nuestros proyectos, largamente postergados por el miedo al que dirán ó simplemente por miedo a que algo pudiera salir mal.

El mundo y la vida pertenecen al que se arriesga, ya sea, a vivir un gran amor o hacer realidad  un proyecto o  un viaje  o lo que sea sin mirar atrás y con la convicción de que todo va a ser perfecto.

Hacer-Osar significan poner en movimiento nuestras células, nuestro cuerpo entero. Todo el universo está en movimiento constante, el planeta no se detiene, por lo tanto nosotros que somos universos en miniatura no debemos frenarnos ante nada. Todo lo que hagamos sin dañar al otro será bien recibido, ya que al agitar nuestro universo ponemos en movimiento todos los universos a nuestro alrededor y todo comienza a funcionar en sincronía perfecta con Dios Padre Madre.

Y cuando hacemos todo esto, es necesario «callar «. No por las envidias o celos, sino porque muchas veces cuando contamos nuestras cosas, la energía se pierde si la otra persona no está en equilibrio energético. Por lo tanto, lo que sea que estemos haciendo o creando va perdiendo fuerza. Siempre mantengan silencio hasta que todo esté en perfecta armonía. Hasta el momento exacto en que los demás pregunten de donde viene el cambio o a qué se debe su energía llena de vida.

Recuerden: Somos esclavos de nuestras palabras pero dueños de nuestro silencio. HAGAN. OSEN. CALLEN.