Hasta ahora aprendí…

…Que vinimos aquí y ahora para evolucionar y crecer con nuestras propias experiencias.

…Que nuestra vida está llena de altos y bajos. Que los altos nos abren puertas y los bajos son los que nos ayudan a crecer cuando los tomamos como experiencias. Ellos son los responsables de enseñarnos que nos caemos para aprender a levantarnos.

…Que las amistades vienen y van y que no debemos aferrarnos ya que cada una cumple con su misión. Las que nos acompañan toda nuestra vida también tienen su papel en nuestra evolución así como nosotros en la de ellas.

…Que nuestros seres queridos cuando mueren también tienen su propio camino. Que debemos dejarlos ir en paz con la confianza de saber que en algún momento los volveremos a ver en otra vida.

…Que nuestros hijos nos eligieron como padres y es nuestro deber guiarlos y enseñarles a volar para que puedan crear su propio destino.

…Que amar desde el desapego significa no aprisionar, significa liberar para que cada uno pueda dar lo mejor de sí mismo.

…Que así como el fuego y el agua no se pueden juntar, con los seres humanos pasa lo mismo. Hay amores tan pasionales y fuertes como los huracanes o incendios…pero cuando dos personas representan esas fuerzas tan distintas puede resultar en una catástrofe, ya que el viento huracanado haría que el fuego se extendiera quemando todo a su paso y la lluvia que trae consigo apagaría ese fuego de tal manera que la pasión se reduciría a cenizas.

Por sobre todas las cosa aprendí que todo tiene una razón de ser, todo pasa por algo. Nada está librado al azar.

Que la Ley de Causa y Efecto es inexorable, que nada escapa a ella igual que el tiempo…tampoco nada escapa a él!