
07 Feb Aprender, crecer y evolucionar
«El que se va sin que lo echen, vuelve sin que lo llamen»…
Así dice el dicho, pero qué pasa cuando la persona que se fue decide regresar?
Hay un sin fin de motivos por los cuales un ser humano decide abandonar una situación o un lugar determinado o una familia.
No podemos ni debemos juzgar su decisión, ya que nadie es perfecto y nadie tiene que vivir en la infelicidad. Tal vez la persona que se fue no tenga el coraje de superar situaciones difíciles o simplemente no tenga deseos de soportar cuestiones familiares propias ni ajenas o solo necesite un cambio de aire.
Si somos los que huimos, bueno…tendremos nuestros motivos y quizá no tengamos el valor para afrontar los desafíos de la vida.
Pero si somos los que quedamos, entonces pensemos que hacer cuando el ser humano que se fue decide volver como si nada hubiera pasado.
Todos nos podemos equivocar y está bien porque de esas circunstancias aprendemos y crecemos, por lo tanto es bueno dar una segunda oportunidad ya que a veces las personas cambian e intentan ser mejores.
Solo hay que tener cuidado cuando se repite el mismo patrón varias veces, porque en ese caso cuando el ser humano vuelve es por capricho y los cambios son temporarios, no los puede sostener en el tiempo,.No importa si es un hijo, una pareja, un familiar o un amigo, lo importante es no caer en su juego enfermizo, porque sin darnos cuenta terminamos creyendo sus mentiras hasta que se vuelvan a ir y nos dejen nuevamente con la tristeza de pensar qué hicimos mal.
Recuerden: Estamos en esta vida para aprender, crecer y evolucionar, no quiere decir que tenemos que chocar siempre con la misma piedra.
Sean felices, que la vida es una sola y merece ser vivida con amor, paz, salud y alegría!!!
Paz y armonía para todos
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